VALUATION - NO NEGOCIE SIN ANTES EVALUAR
En el mundo empresarial existen las posibilidades de las empresas ser creadas,
compradas, o simplemente modificadas. No existe una cuarta posibilidad.
Eso es perfectamente posible de ser demostrado.
Existiendo esas tres posibilidades, un empresario tarde
o temprano deberá escoger
una de ellas.
Por ejemplo, se algún inversionista nacional o multinacional
estuviese interesado en la compra de nuestra empresa, deberemos tener
medios para levantar su valor justo, independientemente cual sea el
valor ofrecido. Nuestro conocimiento al respecto debe ser claro y sin
sombras de dudas.
Aunque no estemos interesados por ahora en vender, el hecho
de recibir una oferta suscitará nuestra curiosidad para saber su valor intrínseco
actual.
Si no tenemos todavía una empresa, apenas en nuestra imaginación
como un proyecto a ser construido, por razones de protección financiera
estaremos seguramente interesados en saber el costo-beneficio de la inversión,
o sea, si la rentabilidad esperada que ese proyecto pueda producir, compensa
el riesgo que carga sobre si, entrando en las áreas de apertura de capital.
Otra puede ser que queramos modificar nuestra empresa, adicionando por ejemplo,
una nueva línea de producción por solicitación del
propio mercado. La modificación se tornará válida
solamente si el valor de la empresa antes de la modificación,
sumados las inversiones previstas, fuesen menores que el nuevo valor
de la empresa ya modificada.
El caso del cálculo del valor de una marca se encuadra en éste
ejemplo de modificación de empresas, como también los casos
de fusiones, adquisiciones, implementaciones de nuevas tecnologías, desarrollo de nuevos productos, entrada
en nuevos mercados, reestructuración de capita, apertura de capital, Ofertas Públicas de Acciones (OPAs), tercerización, reingeniería, desempeño de ejecutivos, desempeño de áreas de la empresa, justificación de préstamos, adquisición de cateras de clientes, reemplazo y adquisición de nuevos equipos, además de la contratación de personal especializado entre
otros.
Otros casos muy usuales son la entrada de un nuevo socio por necesidades de caja o la salida de un socio por discordancias internas equivalente también a la compra de participaciones de socios minoritarios, definición de herencias a definir en juzgados y cierre de capital.
Y finalmente, si queremos ver el desempeño de ella durante un período
de tempo, digamos un año, podemos calcular su valor en determinados meses
diferentes y así confirmar si la empresa aumentó o no su valor.
Con todas estas posibilidades tanto agresivas como amigables
que nos pueden alcanzar, la pregunta deberá ser lógicamente: ¿“Como
reaccionaremos?’’
Afirmamos que nuestro mejor consejo es: “No cierre negocio sin antes
evaluar”.
Es lo recomendable, porque cuando el volumen de dinero envuelto afecta
la salud financiera de nuestro bolsillo, comprendemos mas tarde que
la mejor decisión
fue así de simple. “Primero evaluar, después comenzar la negociación”.
La segunda cuestión que nos viene ahora en mente, es si el empresario
y su equipo de evaluadores, sean empleados de la empresa o consultores externos,
podrán calcular ese valor con aceptable precisión.
¿Quien podrá garantizar eso?
Lo que sucede en realidad cuando una empresa va a ser negociada, el empresario
vendedor va pedir el cielo y su equipo de evaluadores seguramente
calculará un valor tendiente para valores altos; por otra parte,
el empresario comprador ofrecerá el piso, y su equipo financiero
calculará sin lugar a dudas un valor que tiende hacia abajo. De
lo que estamos seguros es que, o el precio calculado por la parte vendedora
puede estar correcto, o que el precio calculado por la otra parte también
puede estar correcto, o que ambas partes estén equivocadas. Resumiendo: ¿quien
podrá con seguridad decir que está mas cerca de la verdad?
Nuestro problema se concentra realmente en “¿cuan confiable
es el valor calculado?”. Consulte Pruebas de Confiabilidad de una Evaluación.
Del lado de la parte compradora son errores frecuentes el
pagar demás
u ofrecer un valor injustamente bajo, perdiéndose la negociación.
Del lado de la parte vendedora son errores frecuentes recibir
poco por la venta de la empresa o pedir valores exageradamente fuera de
la realidad,
perdiéndose también el cierre del negocio. En ambos casos
se lesiona el interés de los empresarios, de sus socios, y el de
sus accionistas si la empresa es de capital abierto.
La preocupación seguramente de que la evaluación sea confiable
es el talón de Aquiles de la vida de muchos empresarios, gestores
y consultores en evaluaciones, siendo que en muchas ocasiones con los mismos
datos de informaciones sobre la empresa a ser evaluada, se calculan valores
diferentes por visualizaciones y metodologías diferentes. ¿Como
es que dos personas competentes para ese trabajo de evaluación lleguen
a valores diferentes partiendo de “inputs” iguales?
La respuesta es que uno de los dos, o ambos no utilizan
correctamente la metodología de evaluación.
Otro problema que sucede en las evaluaciones es que ambas
partes, a veces por querer favorecer sus intereses, tienden a presentar
escenarios normalmente
alejados de la realidad, originándose precios distorsionados.
Por eso es recomendable que los equipos de evaluación de las partes
interesadas se refuercen también si fuese necesario con gestores competentes. De esa forma el equipo siempre
se aproximará al valor intrínseco de la empresa a ser negociada,
presentando un análisis universal, justo, imparcial y defendible ante cualquier
entidad interesada en la compra/venta de la empresa. El consultor también
tendrá el papel central de abogado consejero, que le aconsejará técnicamente
al inversionista sobre la “precificación” de la empresa a ser cambiada
de manos, del proyecto a ser construido, o de la modificación a ser
implantada.
Sea en una adquisición, una venta, una fusión, una modificación,
o la creación de una nueva empresa, el empresario responsable debe
se llenar de informaciones confiables y utilizar los servicios de profesionales
competentes. El hombre llegó a la luna y volvió a salvo con un conglomerado de esfuerzos
de personas idóneas.
Nunca arriesgue su patrimonio de forma irresponsable. Solo
una parte, la ociosa, pero de forma profesional. Si Ud. sabe evaluar, óptimo.
Va en frente. Si no es un especialista, consiga uno y
¡suceso!
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Isaac Hayon Sasson es Ingeniero Mecánico, Executive MBA, especializado en Finanzas Corporativas, y consultor en las áreas de evaluación de empresas, proyectos de ingeniería, construcción de fábricas y recuperación de empresas.
E-mail : isaach@sti.com.br Portal : www.valordeempresa.com
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